Para llegar a su definición es necesario partir de su base, es decir la Neurociencia, que es definida por la RAE como la “ciencia que se ocupa del sistema nervioso o de cada uno de sus diversos aspectos y funciones especializadas”.
Así las cosas, la Neuroeducación es una visión, técnica, forma o manera de enseñar que se basa en el uso de estrategias centradas en el funcionamiento del cerebro.
Si bien es una “nueva” forma de educar, realmente se trata de incorporar los conocimientos de la Neurociencia, psicología y educación, con el fin de establecer como objetivo principal la optimización del proceso de enseñanza y aprendizaje.
Lo primero que quiero resaltar es que la Neuroeducación cambia la forma en la que los niños “estudian y/o aprenden
La Neuroeducación también puede ser considerada como una disciplina que interconecta la neurología con la educación, así como la psicología educativa como factor importante.
Llevando esto a la práctica, se trata de generar proyectos o estrategias en las que los conocimientos se basen en cómo funciona el cerebro, trasladando el aprendizaje a las bases fundamentales del ser.
En ese sentido, podemos integrar todos los elementos de la comunidad educativa para emerger dinámicamente en la sabiduría, que no es otra cosa que llevar todo el conocimiento a la vida misma. De manera que, tanto la psicología, la ciencia cognitiva y la educación puedan mejorar los métodos de enseñanza y los programas o procesos escolares.
Los elementos más relevantes de la Neuroeducación.
La repetición no genera aprendizaje: no acudir a los métodos de memorizar las cosas, sino a la experiencia unida directamente a las emociones. Mientras más conectado esté el aprendizaje con las emociones, más sólido y duradero es el conocimiento.
Buscar clases amenas: mediante el uso de herramientas emocionales como anécdotas, sorpresas, imaginación y conversaciones agradables se genera una buena forma de promover aprendizajes. Bajo estos escenarios en ambientes productivos, se aumentan las conexiones entre las diferentes áreas del cerebro, lo que favorece la fijación de nuevos conocimientos.
Impulsar y promover la creatividad: elegir actividades que tengan un origen artístico, éstas ayudan a disminuir las tensiones y mejoran la concentración. Dentro de los ejemplos podemos mencionar algunas como incluir música, pintura y escritura, todas ellas con magníficos resultados.
El ejercicio constante: es un muy buen aliado de la plasticidad cerebral, ya que permite aumentar las conexiones dentro del cerebro, activando a su vez la capacidad para adquirir habilidades y mejorar las ya existentes. Un cerebro bien oxigenado permite además recordar, memorizar y asociar ideas de una mejor manera.
Descansar, dormir lo suficiente: el descanso siempre es favorable para toda nuestra salud en general, y en los procesos de aprendizaje favorece la estimulación del cerebro para aumentar la capacidad de retener, conceptualizar y abstraer
Divertirse y reír : los estados de alegría aumentan nuestros niveles de encimas en el cerebro, generando nuevas conexiones que aumentan la capacidad de recepción y asociación de las emociones, así como el conocimiento.
El juego los niños siempre buscan en los juegos una manera de aprender. Durante el desarrollo de nuestras vidas deberíamos estimular también dicho proceso siendo éste uno de los principales soportes de un buen aprendizaje. Al combinar la diversión con retos, movimiento e interacción social logramos estimular áreas cerebrales implicadas en el aprendizaje.
Conclusión : “La Neuroeducación optimiza el proceso de enseñanza y aprendizaje transformando el conocimiento en sabiduría aplicada a la vida diaria desde la emoción”
Para vivir el éxito que representa la NeuroEducación, puedes leer esta entrevista que nos realizaron en el Diario El Tiempo “Neuroeducación, la apuesta del colegio Santa Ángela Merici” Se destaca por sus puntajes en pruebas nacionales y por clases que dictan a máximo 30 estudiantes. – “A comienzos de este año, Yezid Parra estuvo dictándoles una clase de barreras comunicativas entre estudiantes y profesores a los docentes de la institución, pues la idea es que, como padres, también participen en las actividades del colegio”.